Sueño inventado
Estoy andando de noche por Odaiba, y mirando hacia Tokyo a través del Rainbow Bridge está el Guggenheim al lado de la Tokyo Tower proporcionando un doble reflejo de un enorme barco rojo metálico en el agua del océano Pacífico.
No hay nadie, sólo una persona a lo lejos, en la otra esquina de la playa. Está quieta, muy quieta mirando al mar. Descubro que lleva un chandal azúl y aunque no puedo ver su cara, sé que está intentando con toda su alma que su cuerpo no se mueva sin su permiso. No soy quién para interrumpir, así que paso por detrás de él sin hacer ruido, y escucho música proveniente de detrás de unos árboles. Me acerco, las distancias son largas pero en mi sueño se recorren en segundos.
Y veo una casa de madera, y en una de las ventanas veo a una señora que me ofrece té. No habla, sólo prepara el té con muchísimo cuidado, como siguiendo los pasos de una ceremonía no escrita aprendida de sus padres y éstos a su vez de los suyos.
Mientras lo bebo, y todavía hechizado por sus movimientos, siento una paz infinita que ya había experimentado antes.
Sin quererlo, me duermo.
Despierto en mi casa pero escucho sollozos en la calle. Estoy vestido, así que, de nuevo, tardo muy poco en llegar hasta una anciana que está llorando. Es bajita, tiene la espalda un poco encorvada y lleva un sombrero. En su mano hay un paragüas, pero está roto. Yo busco desesperadamente otro para dárselo, pero en mi sueño sólo existe uno que está partido por la mitad y ella no para de llorar.Y veo una casa de madera, y en una de las ventanas veo a una señora que me ofrece té. No habla, sólo prepara el té con muchísimo cuidado, como siguiendo los pasos de una ceremonía no escrita aprendida de sus padres y éstos a su vez de los suyos.
Mientras lo bebo, y todavía hechizado por sus movimientos, siento una paz infinita que ya había experimentado antes.
Sin quererlo, me duermo.
Entonces me acuerdo de alguien, y voy a buscarle al parque. Con él de la mano, me presento de nuevo ante la anciana. Se miran, ella con lágrimas en los ojos parece más una niña. Él recoge una hoja del suelo, y le dice que espere. Ella le mira muy atenta mientras se sorbe los mocos cuatro o cinco veces haciendo mucho ruido. Pero no resulta en absoluto desagradable.
Quiero abrazarla.
El señor le regala una figura que ha hecho con la hoja: un paragüas.
La sonrisa más sincera que he visto en mi vida aparece en la cara de la señora.
Me mira.... Y me da los buenos días. Y vuelve a sonreir.
おやすみなさい!
No hay nada como dormir un sueño tranquilo...
Saludos
Qué sueño tan interesante, además muy emocional, ojalá algún día lo sueñes de verdad :-)
Como ya te dije en Twitter, me ha encantado tu sueño.
おやすみなさい!!またあしたね!!
wow :)
A mi los sueños que me encantan son los que puedo ir corriendo muy muy muy rapido por las calles y saltando muy muy alto realizando piruetas ^^ jeje se parecen un poco a Gantz y a ir en patines.
Ola Oscar¡ Desde hace unos meses visito tu blog y quería decirte que es mi preferido. Como bloguero, sé de la energía que da recibir comentarios de gente anónima. Me sentía un espía sin saludarte y mandarte un abrazo desde cadiz, que es como la habana con más salero, a japón pasando por bilbo. Egoistamente, sigue así.
またまた感動です・・・ありがとう
Tus sentimientos se transmiten...
Un abrazo :)
Aunque ha tardado mucho en decirtelo... te aseguro que me ha gustado la historia..
Está muy bien... y me ha gustado reconocer los distintos post al ir leyendo el sueño, sintoma de que cuando te leo presto antención y no estoy pensando en que pensarán las vacas cuando miran a un tren que ven pasar.
PD: te ha comentado un tal "olepapa", y al entrar en su blog he visto un corto del 2004 titulado "7:35 de la mañana". El corto es genial... muy recomendable
Macho, me arrepiento de no leerte cada día.
Cris, totalmente de acuerdo, yo cuando vuelvo de Karate, caigo muerto.
Alan, ojalá
Nuria, gracias por decírmelo aquí de nuevo.
Quicoto, waw!
Davigimon, no he visto nunca Gantz...
Olepapa, gracias por tus palabras!
Nora, 言ってくれてありがとう
Lupin, bien bien, gracias.
Prognatis, bueno, siempre te puedes poner al día, ¿no?, además siempre me dejas comentarios, así que yo no tengo nada de que quejarme.
que habilidad para escribir tienes hijo!!!! ^_^ desprendes calidez por todas partes ^^
Que chuli! la historia de la señora del paraguas fue una de las más emotivas y la de las hojitas del señor, ha sido precioso como las has engarzado.
Eres impresionante!
¡Ay madre, que de letras!
¡Tengo miedo!
Ikucomentarieros
Buuuuuuuuuurp!